La muerte nos hace reflexionar sobre la vida

En un mismo día, el mundo perdió a Michael Jackson y a Farrah Fawcett. Yo crecí con ambos con la relación común que uno como joven tiende a tener con los artistas de cine y los cantantes.

Mientras escucho las canciones de Michael Jackson desde el balcón de mi casa, ya que mis vecinos parece que tienen su manera de lamentarse y celebrar una vida, tengo que confrontar mi conciencia decirme que nunca ore por Farrah Fawcett, quien murió hoy a los 62 años de edad. cuando hace dos días atrás, supe que estaba enferma y que en su dolor había accedido finalmente casarse con su pareja de más de 30 años.

Ayer se murió el padre de un buen amigo. El fue un hombre modelo en Brasil, dio su vida por el evangelio y las misiones y fue un gran escritor y traductor de libros. Uno de los libros que tradujo al portugués fue el devocional “My outmost for His Highest”; solo la semana pasada Allan McLeod le dijo a Brian que él podría ayudar con la traducción de mi libro al portugués. Espero que ahora en el cielo tenga un ángel que me ayudara en la tarea que aun no he comenzado. Solo de pensar que dos días atrás recibimos un email de Allen diciendo que estaba muy enfermo, solo para recibir la noticia ayer de su muerte.

Si hay algo que la cercanía a la muerte trae es una actitud de agradecimiento hacia la vida. Me ayuda a hacer una promesa de cultivar la gratitud día a día. Esta semana también tengo algunas cosas que han muerto y muchas otras nuevas por la que estar agradecida.

La muerte de Allen me hace recordar la muerte de mi padre casi 5 años atrás. Nunca sentí la desesperación que los que no conocen la Verdad acerca de la muerte tienden a sentir. Dios me regalo una visión en mi cuarto donde me mostraba como un rayo de Luz que atrae al alma entraba a través de mi ventana. Si no despierto me hubiera dejado ir. Esa no era la intención de Dios. Todavía tengo vida para continuar agradeciendo a aquel que es la Resurrección y la Vida.